Emma Alvarez

¿Es la publicidad quien nos controla o es la sociedad quien la controla a ella? A raíz de esta cuestión, Jenny Navarro ha decidido realizar una investigación al respecto, de la que he tenido el honor de formar parte. A continuación, recojo un resumen de la entrevista que formó parte de su estudio junto con algunas conclusiones a raiz de su investigación.

Los departamentos de Social Media son una tendencia muy reciente y surgen de la necesidad de las empresas de adaptarse a los consumidores, que han cambiado su patrón de comportamiento y cuya actividad en las redes sociales se ha ido incrementando progresivamente. Como Social Media Manager, has de coordinar los proyectos relacionados con las estrategias en este ámbito: desde la presencia (activa o pasiva) de la marca en el espacio 2.0, la actitud de la competencia en este terreno, y la recomendación ad-hoc para cumplir los objetivos de negocio del cliente.

Creo que es un toma y daca. La publicidad se adapta, e incluso puede llegar a potenciar, algunos aspectos presentes en la sociedad; por tanto, una vez extendido el mensaje, está fomentando esta mentalidad. Sin embargo, creo que por más que la publicidad quiera crear un estereotipo, si la sociedad no lo apoya, la idea no cala en el público. Si no se sustenta un nexo de unión con los intereses propios de la sociedad, esta idea no tendrá ningún fruto.

Yo no me siento agredida por anuncios como los de AXE, que han generado mucha controversia en relación a este asunto; y por tanto, no he realizado ningún tipo de reclamación al respecto. No obstante, también considero que si con el mensaje hay una gran mayoría de personas que se sienten ofendidas, por la razón que sea, se puede llegar a retirar el anuncio. En este sentido, ya hay varias marcas, que reflexionando sobre la opinión que se generaba en torno a su campaña, han decidido retirarla para que no incidiese negativamente en su reputación de marca. Uno de estos ejemplos, es el de Central Lechera Asturiana, que decidió dejar de emitir uno de sus spots, que reflejaba una Asturias lluviosa resaltando este concepto como una ventaja competitiva en relación a la calidad del pasto y, consecuentemente de la leche. Sin embargo, se produjo un efecto colateral generándose paralelamente un aluvión de críticas por parte del sector turístico y los propios ciudadanos por las consecuencias que pudiera transmitir esta percepción en las visitas a la propia ciudad.

Considero que todo será mucho más democrático, el consumidor cada vez tomará más parte en el proceso de creación del mensaje publicitario. Los valores de cooperación entre el consumidor y el cliente, la personalización hacia servicios adaptados a segmentos cada vez más específicos y el poder de la recomendación como impulso de compra creo que son los grandes desafíos que adquirirán mayor relevancia progresivamente.